El siglo XVII fue un periodo de grandes cambios políticos y sociales que también se vio reflejado en la moda. Durante esta época, la vestimenta estaba estrictamente regulada por protocolos que determinaban el tipo de ropa adecuada para cada ocasión, ya fuera un acto religioso, político, un paseo, un baile o una visita.
Si bien es cierto que vivimos en el siglo XXI, donde las apariencias parecen tener un papel fundamental, no podemos comparar nuestra época con la perfección y la exquisita atención al detalle que caracterizaba a la moda en el siglo XVII. Los tejidos, los volúmenes, los escotes... todo era meticulosamente diseñado para alcanzar la perfección. Incluso estar en casa no era una excusa para descuidar la etiqueta.
La vestimenta femenina en el siglo XVII
La moda femenina durante el siglo XVII se caracterizaba por su elegancia y sofisticación. Las mujeres debían prestar atención no solo a los vestidos o conjuntos que llevaban, sino también a las prendas interiores que los acompañaban. Los armazones eran utilizados para crear magníficos volúmenes y ceñir la cintura, y en esta época se encontraban disponibles diferentes estilos según la silueta ideal que se buscara obtener.
En las dos primeras décadas del siglo XVII, se mantuvo la continuidad del Estilo Imperio, que había comenzado en el siglo anterior. Los vestidos femeninos se caracterizaban por líneas sencillas, con cortes debajo del pecho y llegando hasta los tobillos. Los escotes eran muy pronunciados y los materiales más comunes utilizados para confeccionarlos eran la muselina, la gasa e incluso la seda.
En cuanto a los adornos, las gorgueras eran muy populares. Estas eran adornos para el cuello hechos de lienzo plegado y alechugado. También era común el uso de echarpes o chales, especialmente los de cachemira, que además de proteger del frío, adornaban con sus preciosos estampados. Otras prendas inglesas, como el Spencer (una chaqueta corta, generalmente de lana) y el redingote, también se utilizaban para protegerse del frío.
Es interesante destacar que este estilo de moda se popularizó cuando Napoleón regaló un vestido a su primera esposa, Josefina Bonaparte. Este vestido, confeccionado en muselina, era de color blanco, volátil, de manga corta y con un talle alto y estrecho debajo del pecho.
La indumentaria masculina en el siglo XVII
A diferencia de la moda femenina, la indumentaria masculina apenas experimentó cambios significativos durante el siglo XVII. Los hombres setutorialn vistiendo trajes que consistían en chaquetas, camisas, pantalones y chalecos, con pequeñas variaciones en los cortes y los detalles.
Los trajes masculinos solían ser confeccionados en materiales como la lana, el lino y el algodón, dependiendo de la ocasión. Las chaquetas eran de corte recto y se ajustaban en la cintura, mientras que las camisas solían tener cuellos altos y puños decorados con encajes.
El siglo XVII fue una época en la que la moda desempeñaba un papel fundamental en la sociedad. Tanto hombres como mujeres se esmeraban en lucir impecables y seguir las normas establecidas por el protocolo de la época. La elegancia, la sofisticación y la atención al detalle eran características distintivas de la vestimenta de este periodo.