Los gatos son sin duda alguna, las mascotas más populares y queridas en todo el entorno. Aunque muchas veces se les considera animales independientes, lo cierto es que pueden ser la compañía perfecta si se les educa correctamente. Requieren pocos cuidados y si se aprende a tratarlos, son muy mimosos y cariñosos. En este artículo, te contaremos por qué los gatos están de moda y cómo puedes mantener a tu felino a la vanguardia de las últimas tendencias.
El gato: una mascota en ascenso
Según estudios realizados, los gatos se han convertido en las mascotas más populares en todo el entorno. En encuestas realizadas en Inglaterra, se encontró que el 67% de los dueños de gatos afirmaron que su mascota era una de las principales razones por las que se levantaban diariamente. Aunque los perros suelen llevarse la mayor atención mediática, los gatos han ganado seguidores y adeptos en los últimos tiempos.
La principal diferencia entre los perros y los gatos radica en su naturaleza. Mientras que los perros son animales de manada y están acostumbrados a vivir en grupo, los gatos evolucionaron para vivir en soledad. Esto explica por qué los gatos son tan dependientes de su territorio y de sus recursos. En la naturaleza, si un gato no tiene acceso a estos elementos, su supervivencia se ve comprometida.
Los gatos descienden de un ancestro salvaje, el felis silvestris lybica, que es totalmente independiente. Solo tienen contacto con otros gatos de su misma especie durante la cópula y los primeros meses de crianza de sus crías. Después de este periodo, la madre comienza a tener comportamientos agresivos para alejar a sus hijos.
A pesar de esta independencia, tener un gato como mascota tiene muchas ventajas. Si aprendemos a entender su naturaleza desde el principio, podremos disfrutar de un compañero de vida que requiere poco trabajo y nos brinda mucho amor.
El vínculo entre los gatos y los humanos
Si bien los gatos no evolucionaron para ser apretujados o acariciados constantemente, podemos acostumbrarlos a estos gestos. Lo primero que debemos tener en cuenta es no tocarlos mientras duermen, ya que interrumpir su ciclo de sueño puede generar rechazo.
Podemos invitar al gato a acercarse y acariciarlo cuando nos olfatea. Es importante permitirle que nos huela antes de tocarlo, ya que los olores que traemos de la calle pueden resultar agresivos para ellos. Agacharse al acercarse a un gato, hablarle suavemente y tocarle la cabeza y cerca de los bigotes son gestos que les transmiten confianza.
Es importante mencionar que existen gatos que no toleran el contacto o simplemente no muestran interés en entablarlo con los humanos. Estos gatos suelen vivir en nuestra casa, pero llevan una vida independiente.
Se ha observado que los gatos machos suelen ser más afectuosos que las hembras, tanto con los humanos como con otros gatos. Mientras que los machos pueden compartir territorio y recursos sin problemas, las hembras suelen generar lazos más fuertes con los humanos y con otros gatos, especialmente con otras hembras.
Algunos estudios indican que las gatas se llevan mejor con las hembras de su propia camada o con las que tienen un lazo sanguíneo, como las madres e hijas o las hermanas. También se ha observado que las gatas de tres colores, como las gatitas calico o carey, tienden a ser más agresivas, aunque todavía no se ha determinado la razón exacta.
Cuidados y longevidad de los gatos
Las gatas entran en celo cuando aumenta la temperatura. Empiezan a llamar a los machos, gritando toda la noche y frotándose contra objetos. Sin embargo, a diferencia de las perras, las gatas necesitan copular para ovular. Los gatos tienen espinas en su pene que estimulan mecánicamente las paredes de la vagina, lo que provoca la ovulación.
Los gatos se reproducen con frecuencia y tienen camadas numerosas, de entre cuatro y ocho crías. Lo más recomendable es castrarlos, ya que esto aumenta su expectativa de vida. Un gato bien cuidado, con control médico, vacunas y desparasitación, puede vivir perfectamente hasta los 20 años. Aunque pueden sufrir enfermedades renales, al igual que las personas, hay gatos que pueden padecer más una enfermedad que otra, lo cual a veces depende de la raza. Por ejemplo, los gatos de hocico chato tienden a tener problemas respiratorios.
Personalidad felina
Al igual que sucede con los perros, solemos atribuirles comportamientos humanos a los gatos. Sin embargo, la personalidad felina es única y diferente a la humana. Actualmente, se está investigando el tema de la personalidad en los gatos, y los resultados hasta ahora son muy interesantes.
Por lo general, se trabaja con entre cinco y siete rasgos de personalidad en los gatos, siendo los más comunes la alegría, el nerviosismo, la amabilidad, la dominancia, la credulidad y la exigencia. Se ha encontrado que la personalidad del gato puede adaptarse a determinadas familias, y que esto influye en la satisfacción del dueño.
Es importante destacar que si bien la personalidad tiene una base genética, también está influenciada por el ambiente en el que el gato se desarrolla. Por eso, es fundamental que los gatos hayan convivido con su madre y sus hermanos hasta las 12 semanas de vida. Esto les permitirá desarrollar un mejor vínculo con los humanos y con otros gatos, y tendrán menos problemas de comportamiento en la edad adulta.
En cuanto a la relación con los niños, los gatos suelen llevarse mejor con adolescentes y adultos. Los niños, al no entender el concepto de respetar los espacios, suelen causar lesiones en los gatos. Por eso, se recomienda tener precaución al dejar que los niños interactúen con los gatos.
Los gatos se han convertido en las mascotas más populares en todo el entorno. Aunque son animales independientes, pueden ser compañeros leales y cariñosos si se les educa adecuadamente. Aprender a entender su naturaleza y cuidar de ellos de manera responsable nos permitirá disfrutar de su compañía durante muchos años.