En sus orígenes, la vestimenta tenía como objetivo principal proteger a las personas contra las inclemencias del clima y los riesgos del entorno. Sin embargo, a lo largo de los siglos, la moda ha evolucionado significativamente y su valor va más allá de la simple protección. El término moda comenzó a utilizarse en el siglo XVII y se refiere al fenómeno social en el que destacan estilos específicos de ropa y calzado. Estas tendencias cambian con el tiempo y están influenciadas por las costumbres, culturas, entorno y gustos de quienes las consumen.
A nivel macro, el fenómeno de la moda revela más que la personalidad individual, denota cómo un grupo de personas, sin importar el estrato social, se ve influenciado por factores externos que inciden en su gusto por la ropa y los accesorios. La moda es un fenómeno social y, como tal, afecta a las personas que son seres sociales por naturaleza. Cada persona se viste no solo para protegerse y cubrir su intimidad, sino también para presentarse ante la sociedad, comunicarse, establecer lazos con los demás, identificarse y ser reconocidos dentro de un grupo. Esto forma parte de la vida social de cada individuo.
Estamos acostumbrados a escuchar la frase la primera impresión es la que cuenta, y sin duda, esta es la más influyente para formar un prejuicio sobre alguien. Somos seres visuales y nos comunicamos a través de la imagen, por lo que es imprescindible transmitir quiénes somos de manera oportuna, sin fingir o aparentar. La moda nos diferencia y nos da un sentido de pertenencia, al igual que sucede con las distintas clases sociales, las tribus urbanas, los uniformes y otras agrupaciones que se identifican con un estilo específico.
La moda como medio de expresión
La creatividad e innovación también desempeñan un papel importante en la moda como medio de expresión. Los artistas y diseñadores de la industria de la moda son quienes crean diversas propuestas para transmitir. Aunque la moda se relaciona con la sociedad como grupo y masa, cada persona tiene la capacidad de elegir su propio estilo. Este estilo, aunque puede ser influenciado por factores como la economía, política, cultura, religión, educación e incluso las redes sociales, es la herramienta clave para que cada individuo marque la diferencia y comunique ideas distintas.
Es importante destacar que los seres humanos utilizan la moda como una forma de comunicar su género, edad, estatus y rol en la sociedad. Los adolescentes son especialmente vulnerables a la influencia de la moda, ya que aún están desarrollando su estilo personal y su forma de pensar. Por lo tanto, para encajar en un grupo al que desean pertenecer, la moda suele ser el factor más importante.
La moda es mucho más que simplemente vestirse. Es un fenómeno social que nos permite comunicar nuestra identidad, pertenencia y diferencias a través de la ropa y los accesorios que elegimos. La moda es un lenguaje que habla por nosotros y nos permite establecer conexiones con los demás. Es una forma de expresión artística y una herramienta para transmitir ideas y valores. Sin duda, el lenguaje de la moda tiene un impacto significativo en la manera de hablar de las personas y en cómo nos perciben los demás.